sábado, 21 de mayo de 2016

Biografía "Charles Darwin"

(Charles Robert Darwin; Shrewsbury, Reino Unido, 1809 - Down, id., 1882) Naturalista británico que formuló sobre bases científicas la moderna teoría de la evolución, expuesta en su obra Sobre el origen de las especies (1859).

Era hijo de un médico de buena posición y nieto del famoso médico, filósofo, naturalista y poeta inglés Erasmus Darwin. A pesar de cursar estudios de medicina en Edimburgo y de teología en Cambridge (inducido al parecer por su padre, muy preocupado por su futuro), su interés principal, estimulado entre otros motivos por la lectura de las obras del alemán Alexander von Humbolt, se centraba en las ciencias naturales.
                            
Este interés le impulsó a incorporarse, en calidad de naturalista de la expedición, al periplo alrededor del mundo del H.M.S. Beagle (1831-1836), al mando del capitán Robert Fitzroy, lo cual lo llevó a viajar por América del Sur, las islas del Pacífico, Australia, Nueva Zelanda y el sur de África. Durante los viajes acopió gran cantidad de materiales de todo tipo y realizó las detalladas observaciones que le permitieron, a su regreso al Reino Unido, enunciar la llamada teoría de la evolución, cuyos primeros esbozos comenzaron a tomar forma en 1837 y que tardaría más de dos décadas en ver la luz.
Aunque esta teoría le valió el reconocimiento universal, sus investigaciones le permitieron también confirmar la llamada teoría uniformista del geólogo escocés Charles Lyell (1749-1875), comprobar las relaciones existentes entre las rocas plutónicas y la lava volcánica y establecer las bases de la llamada teoría de la deformación. Formuló asimismo la teoría acerca de la formación de los arrecifes coralinos en vigor en la actualidad. Entre sus diversas observaciones tuvieron gran importancia los estudios efectuados en las islas Galápagos acerca de la gran diversidad de pinzones de aquellas latitudes, todos ellos perfectamente adaptados a diferentes nichos ecológicos.

La combinación entre sus trabajos de campo y la lectura de una obra muy en boga por entonces, Ensayo sobre el principio de la población, de Thomas R. Malthus, le inspiró el desarrollo de la concepción básica de la teoría de la selección natural. El fruto de sus trabajos, basados en métodos que han constituido auténticos modelos para la investigación científica posterior, lo plasmó, esencialmente, en su obra Sobre el origen de las especies, que se agotó el mismo día de su publicación (24 de noviembre de 1859) y fue traducida casi de inmediato a la mayoría de los idiomas cultos.

Darwin y la teoría de la evolución por seleccion natural


Teoría de la Evolución de Darwin - Premisa

La teoría de la evolución de Darwin es la idea ampliamente sostenida de que la vida está relacionada y que ha descendido de un ancestro común. Los pájaros y las bananas, los peces y las flores -- todos están relacionados. La teoría general de Darwin supone el desarrollo de la vida a partir de la no-vida y estresa un "descenso con modificación" puramente naturalista (no dirigido). Es decir, criaturas complejas evolucionaron de ancestros más simples naturalmente, con el paso del tiempo. Resumidamente, a medida que ocurren mutaciones genéticas al azar dentro del código genético de un organismo, las mutaciones beneficiales son preservadas, porque ellas ayudan a la sobrevivencia -- un proceso conocido como "selección natural." Estas mutaciones beneficiales son pasadas a la siguiente generación. Con el tiempo, las mutaciones beneficiales se acumulan y el resultado es un organismo completamente diferente (no sólo una variación del original, sino una criatura completamente diferente.)
                              

Teoría de la Evolución de Darwin - Selección Natural



Aunque la teoría de la evolución de Darwin es un arquetipo relativamente joven, la visión del mundo evolucionista en sí es tan vieja como la antigüedad. Antiguos filósofos griegos, tales como Anaximandro postularon el desarrollo de la vida a partir de la no-vida y el descenso evolucionista del hombre a partir de animales. Charles Darwin simplemente trajo algo nuevo a la vieja filosofía -- un mecanismo plausible llamado "selección natural." La selección natural actúa para preservar y acumular ventajosas mutaciones genéticas menores. Suponga que un miembro de una especie desarrolló una ventaja funcional (le crecieron alas y aprendió a volar). Su cría heredaría esa ventaja y la pasaría a sus crías. Los miembros inferiores (desfavorecidos) de la misma especie morirán gradualmente, dejando sólo a los miembros superiores (favorecidos) de las especies. La selección natural es la preservación de una ventaja funcional que permite a la especie competir mejor en su hábitat. La selección natural es el equivalente naturalista a la cría doméstica. A través de los siglos, los criadores humanos han producido cambios dramáticos en poblaciones animales domésticas al seleccionar individuos para la cría. Los criadores eliminan gradualmente rasgos indeseables con el tiempo. Similarmente, la selección natural elimina gradualmente, con el tiempo, a las especies inferiores.

Teoría de la Evolución de Darwin - Una Teoría en Crisis

La Teoría de la Evolución de Darwin es una teoría en crisis a la luz de los tremendos avances que hemos hecho en biología molecular, bioquímica, y genética en los pasados cincuenta años. Ahora sabemos que existen de hecho decenas de miles de sistemas irreduciblemente complejos a nivel celular. La complejidad especificada permea al mundo biológico microscópico. El biólogo molecular Michael Denton, escribió: "Aunque las más minúsculas células bacterianas son increíblemente pequeñas, pesando menos de 10-12 gramos, cada una es de hecho, una auténtica fábrica micro-miniaturizada, conteniendo miles de piezas exquisitamente diseñadas de intrincada maquinaria molecular, constituida en su totalidad por cien mil millones de átomos, mucho más complicada que ningún mecanismo construido por el hombre y absolutamente sin paralelo en el mundo inanimado.

Y nosotros no necesitamos un microscopio para observar la complejidad irreducible. El ojo, el oído y el corazón son ejemplos de complejidad irreducible, aunque ellos no eran reconocidos como tales en los días de Darwin. No obstante, Darwin confesó: "Suponer que el ojo, con todas sus artimañas inimitables para ajustar el enfoque para diferentes distancias, para permitir diferentes cantidades de luz, y para la corrección de la aberración esférica y cromática, podría haberse formado por selección natural, parece, confieso abiertamente, absurdo en el más alto grado posible.


Opositores a la Teoría


 

      La publicación del Origen de las especies en 1859 puso patas arriba la Inglaterra victoriana. El choque entre el nuevo evolucionismo (realmente para nada nuevo) y las posiciones académicamente aceptadas (la teología natural de William Paley o el creacionismo del carismático Georges Cuvier, avaladas por el fijismo del gran naturalista sueco Carl Linneo) se hizo oír, y, rápidamente, a Darwin le llovieron ataques por todos lados.  El opositor más fuerte en este primer momento fue el obispo anglicano de Oxford, Samuel Wilberforce, quien no tardó en declarar que el darwinismo era incompatible con la fe cristiana (exactamente como yo lo veo). Darwin, enfermo y retirado a su casa en Downe (dejó las apariciones públicas a su bulldog Huxley), no hizo caso a la mayoría de las críticas (sobre todo de las que le llegaban desde ámbitos estrictamente religiosos) afirmando que él mismo era capaz de hacérselas a su teoría mucho mejor. Sin embargo, hubo tres objeciones que le preocuparon especialmente:
      
    1. La función de los tipos intermedios
    2. La ausencia de tipos intermedios
    3. Los mecanismos de herencia

Teoría Moderna de la evolución

Las poblaciones de los organismos cuentan con un número limitado de individuos. Debido a que las poblaciones son finitas en número, las frecuencias génicas pueden cambiar por un puro proceso de azar conocido como deriva genética. Esto es frecuente en poblaciones muy reducidas, donde la deriva genética puede producir grandes cambios en la frecuencia de determinadas variantes genéticas (o alelos) de una generación a la siguiente; mientras que en las grandes poblaciones, los cambios por azar en la frecuencia de los alelos son generalmente muy pequeños. Por lo tanto, la deriva genética resulta de la variación al azar en la supervivencia y reproducción de las diferentes variantes o genotipos. La deriva genética resulta en cambio evolutivo, pero no en adaptación, aunque en combinación con la selección natural puede favorecerla.
 Se puede decir que la selección natural es el agente de cambio evolutivo más importante, simplemente porque, del total de variaciones posibles en un organismo, se seleccionan aquellas que son más favorables en un determinado entorno. La selección natural provoca que individuos con rasgos o características más ventajosas en un determinado entorno tengan mayor éxito reproductivo (esto es, mayor eficacia biológica) que los individuos que no poseen esas características. Como resultado habrá una frecuencia más alta de sus genes o genotipos en la población debido a que sus descendientes los habrán heredado y serán más numerosos que los descendientes de aquellos individuos que no poseían esas características ventajosas.
 En la mayoría de los casos, las circunstancias ambientales son las que determinan qué variante tiene la mayor eficacia biológica, y la consecuencia común de la selección natural es la adaptación, es decir una mejora en la habilidad media de los miembros de la población para sobrevivir y reproducirse en su ambiente. Las presiones selectivas (influencia del ambiente en la eficacia biológica) son las causas de que ocurran los procesos de selección natural. La consecuencia inmediata de estas presiones o agentes selectivos sobre las poblaciones de seres vivos es la evolución de características o rasgos que mejoran la adaptación de los organismos al ambiente que les rodea. Por tanto, los procesos evolutivos por selección natural son los únicos que pueden dar lugar a adaptaciones.
 La selección natural no persigue un objetivo. Es más, no hay variantes mejores que otras en sentido absoluto, sino que todo depende de las circunstancias del entorno. Lo que es favorable en un momento dado, puede no serlo en otro.
Históricamente, la selección natural se ha dividido en dos categorías: la selección ecológica y la selección sexual. Sin embargo, básicamente son los mismo; es decir, se trata de producir más progenie. Se puede conseguir un mayor número de descendientes viviendo más, siendo más fecundo o maximizando el éxito de emparejamiento, existiendo costos y beneficios para cada una de esas estrategias. El medio físico, ecológico y social impone presiones selectivas que afectan a la probabilidad de conseguir descendientes. El compendio de todas esas presiones es la selección natural, una de cuyas formas se denomina selección sexual.
 Cuando se hablan de mutaciones algunas personas suelen confundirlo o malinterpretarlo, la evolución ya desde antes del antecesor común a todos los seres vivos (también llamado LUCA, del inglés Last Universal Common Antecesor) se ha producido gracias a muchísimos cambios aleatorios en la secuencia de bases del ADN que llamamos mutaciones. Esto se origina por errores de la información genética contenida en las células –por factores químicos o físicos– y también su posterior propagación por replicación, siendo trascendentes para la evolución aquellas que luego se van a trasmitir a la descendencia: las células somáticas si la reproducción es asexual y los gametos si es sexual.
 Por este motivo, decimos que las mutaciones son la fuente primaria de variabilidad génica, imprescindible para que exista evolución. Entonces, sin mutaciones no se presentaría la variabilidad genética que necesita la selección natural –además, dicha diversidad es importante para que la población se amolde (o adapte) con mayor éxito a los continuos cambios ambientales–. Permítanme hacer una analogía: si vamos a una tienda donde solo hay jerseys naranjas, no tenemos la opción de elegir cómo lo queremos, y si además este fuese el único establecimiento de la ciudad y el color naranja supusiese una desventaja, la población se va a pique. A no ser que en la tienda empiecen a vender jerseys de otros colores.
 Existe un hecho que muy pocos discuten, y es que la Teoría de la Evolución es la base de la biología. Desde finales de los años 50 del pasado siglo hasta la actualidad se ha pasado de una ausencia total de la perspectiva evolucionista en las investigaciones biológicas a una presencia continua. Esta transformación se ha acelerado, extendido e intensificado durante las últimas tres décadas. En el momento actual, publicaciones científicas en todas las disciplinas biológicas, desde la biología molecular a la neurobiología, pasando por la biología celular, anatomía y todas las demás, utilizan la Teoría de la Evolución como principio de explicación y fuente de hipótesis de trabajo.
 Para terminar, me gustaría dejar claro que este texto no es más que un intento de resumir los aspectos más fundamentales de que consta la actual Teoría de la Evolución. La complejidad y extensión real de la teoría es suficiente para que haya varios libros que la abordan en profundidad, y su enseñanza requeriría de varias asignaturas universitarias.